Nicolás David Valdivieso y Eduardo Javier Astudillo iban acompañados por NT aquel domingo 2 de octubre de 2022 en que se produjo la persecución y el tiroteo que culminó con dos efectivos policiales heridos de bala, los que salvaron su vida por el uso del chaleco balístico. Los delincuentes se desplazaban en una Toyota Hilux de color blanco, sin patente. Todo concluyó en el barrio Las Flores.
En la audiencia de control realizada con posterioridad, el fiscal general Cristian Olazábal refirió que la teoría del caso se construyó en base a las denuncias de los policías que resultaron víctimas, quienes dieron cuenta de las prendas de vestir que utilizaban los detenidos cuando los hirieron aquella noche.
Uno de los policías, Cristian Hernández, “señaló que conducía Valdivieso y que su acompañante, Astudillo, fue quien disparó contra el móvil policial, a la puerta, guardabarros, el vidrio, y el disparo que traspasa el cristal es el que pega en el chaleco, y el que pega en el guardabarros el que le genera la lesión en el pie. (Lorenzo) Da Silva dice que luego de que Hernández cae herido, junto al cabo González, con visibilidad escasa, observa a Valdivieso, la persona con chomba color rosada, que dispara contra ellos y cae herido Da Silva; González se refugia en un bolsón de arena”.
Y agregó que tras entrevistar a otros testigos, se corroboró que en su huida Valdivieso quiso ingresar a un domicilio diciéndole a la propietaria que le abriera porque la policía se había confundido y lo querían llevar, siendo posteriormente detenido. Un arma apareció a escasos metros.
En tanto, Astudillo fue encontrado en otro domicilio: estaba escondido en el patio debajo de maderas. Lo denunció la propietaria.
“Escaparon de un control que solamente tenía la finalidad de corroborar si tenían la documentación vehicular; lo más grave que pudiera ocurrir era que secuestraran el rodado. La actitud de ellos fue darse a la fuga, lo que también puso en riesgo a toda la sociedad porque fue a alta velocidad y por diversas arterias de la zona oeste de Comodoro culminando en este pasaje que no tenía salida. Podrían haber decidido no ofrecer resistencia y que proceda el personal y se impute una resistencia a la autoridad, pero no, decidieron actuar cual matones de un Cartel y arremeter contra la policía con claras intenciones de matarlos porque la dirección de los disparos, las armas empleadas, el calibre utilizado, la zona vital donde impactaron, el único propósito era matar a un policía”.
Y añadió el fiscal: “pretendieron involucrar a los vecinos diciendo que la policía los quería acusar de algo que no habían hecho. La calificación jurídica prevé una pena mínima de 13 años y 4 meses de prisión a 20 años”, afirmó.
En un momento dado -añade la declaración de fiscalía-, el conductor puso reversa, esquivó el móvil y se dio a la fuga por diversas arterias, iniciándose una persecución que culminó en pasaje Las Fresas, entre Las Violetas y Los Jazmines.