Este miércoles se concretó la primera parte de la audiencia preliminar por el homicidio de Emiliano Ávila, acontecido el pasado 10 de febrero y que tiene como imputado a Jorge Barberis, un militar retirado.
La Fiscalía se refirió al hecho investigado al que calificó jurídicamente como “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” y ofreció prueba para el debate ante un tribunal popular. Por su parte la defensora postuló la calificación de “homicidio culposo”, por “error en el golpe”.
La audiencia fue presidida por el juez profesional Miguel Caviglia, el Ministerio Público Fiscal fue representado por Martín Cárcamo, Andrea Rubio, fiscales generales y Facundo Oribones, procurador de fiscalía; en tanto que la defensa de Barberis fue ejercida por Vanesa Vera, defensora pública.
Así se convinieron entre las partes los hechos notorios, no controvertidos del caso. En igual sentido, cada una de las partes planteó su teoría del caso con discrepancia en la parte final del hecho. El fiscal solicitó que se mantenga el arresto domiciliario del imputado hasta el próximo 19 de diciembre, cuando continuará la preliminar, a lo cual la defensa no se opuso.
Finalmente, el juez profesional dictó la continuidad del arresto domiciliario del imputado y un cuarto intermedio hasta el próximo 19 de diciembre.
MORIR EN LA VEREDA Y SIN SABER LA RAZON
El hecho tuvo el 10 de febrero de este año, cuando siendo aproximadamente las 23 Jorge Alberto Barberis, alertado por la presencia de un sujeto masculino aún no identificado en el interior del patio interno de su vivienda, sita en Alvear al 300, tomó un arma de fuego tipo carabina calibre .22 LR, se dirigió al techo de su vivienda y desde allí disparó dos veces (“con claras intenciones de darle muerte”, según Fiscalía) a Emiliano David Ávila, quien ocasionalmente se encontraba caminando por calle Alvear, habiendo cruzado la calle Maipú en dirección a Dorrego.
Uno de los disparos efectuados por Barberis impactó en la espalda de Ávila, más precisamente a la altura de la tetilla izquierda con orificio de entrada y de salida, ocasionándole la muerte por shock hipovolémico producido por herida de arma de fuego en tórax, cayendo ya sin vida sobre la vereda de la calle Alvear al 487.