El Centro de Inclusión para Adolescentes “La Esquina”, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Humano y Familia, a cargo de Ángel Rivas, culminó las actividades en las playas de la ciudad. El objetivo de las salidas fue promover la integración social, el aprendizaje de oficios tradicionales y la concientización ambiental entre jóvenes de nuestra ciudad.
La propuesta contempló la realización de charlas teóricas y salidas a distintas playas de la zona, donde los y las adolescentes, tuvieron la oportunidad de conocer y practicar distintas técnicas de pesca artesanal, combinando instancias educativas con actividades recreativas en contacto con la naturaleza.
La subsecretaria de Desarrollo Humano y Familia, Julieta Miranda, quien participó de la actividad, valoró la propuesta al sostener que “el fortalecimiento de vínculos entre los adolescentes genera un equipo de trabajo y demuestra la importancia de fortalecer proyectos de este tipo. Participaron más de 20 adolescentes en la jornada que se desarrolló en la playa de km4”, detalló.
Mientras que otro orden, la funcionaria comentó que al finalizar el día de pesca fueron al Parque de la ciudad a disfrutar de la tarde de domingo y compartir con sus pares. “Esto es posible a través del trabajo articulado con Comodoro Conocimiento, en lo relacionado al aprendizaje y la administración responsable de los recursos pesqueros locales”, remarcó.
Por su parte, la directora de La Esquina Adriana Martínez, ponderó que “el proyecto apuntó a fortalecer valores como la solidaridad, el cooperativismo y el respeto por los recursos naturales, a la vez que permitió a los chicos y chicas disfrutar de una actividad tradicional de nuestra región”.
El plan de trabajo estuvo compuesto por la participación de equipos técnicos, docentes y responsables del Centro de Inclusión, quienes acompañaron a los adolescentes en talleres sobre historia, prácticas y sustentabilidad de la pesca artesanal. Además, se brindaron capacitaciones en el uso de equipamiento y en la importancia de la preservación del medio ambiente.
Durante la experiencia los adolescentes desarrollaron habilidades manuales y técnicas específicas de la pesca, que a su vez promovieron la integración social y la construcción de proyectos de vida sostenibles.