Este lunes 20 de enero cumple 52 años la reina Matilde de Bélgica, una monarca que ha sabido consolidarse como una figura emblemática dentro de las casas reales europeas gracias a su labor en causas sociales y culturales. Su vida no solo está marcada por su papel como consorte del rey Felipe, sino también por su implicación activa en el bienestar de las personas más vulnerables, la promoción de la música y la visibilización de los problemas de salud mental.
En 2019, Matilde sorprendió a la sociedad belga al participar en un programa de televisión en el que abría las puertas del Palacio Real a niños con talento musical. Este espacio formaba parte de la iniciativa Music Connects de la Fundación Reina Matilde, que busca acercar la música a sectores desfavorecidos de la población. Para la reina, la música es fundamental en la educación y el desarrollo personal, una creencia que ha inculcado en sus propios hijos.
De hecho, los príncipes Isabel, Gabriel, Emmanuel y Eleonore comparten su pasión por la música y cada uno ha elegido un instrumento para aprender: piano, saxofón o violín, según sus preferencias. La dedicación de Matilde a esta causa también tiene raíces personales: su hijo Emmanuel, que padece dislexia, ha encontrado en la música una herramienta de aprendizaje y expresión.
La reina Matilde es conocida por su carácter fuerte y su enfoque disciplinado, especialmente en lo que respecta a la educación de sus hijos. Aunque algunos periodistas belgas la han descrito como fría, quienes la conocen de cerca aseguran que esta percepción es más bien producto de su timidez.
En una reciente entrevista, Matilde compartió un ejemplo de su firmeza: durante el Festival Reina Isabel, en el que su hija Eleonore deseaba quedarse hasta tarde para disfrutar de los conciertos, la reina insistió en que debía respetar su horario de descanso. No obstante, su rigor no excluye la calidez. Matilde fomenta la autonomía de sus hijos, permitiéndoles elegir sus propias actividades culturales, como su participación en eventos musicales.
La salud mental es una de las principales áreas de interés de Matilde. A lo largo de los años, la reina ha trabajado para visibilizar los desafíos emocionales y psicológicos que enfrentan muchas personas, impulsando iniciativas que promueven el acceso a servicios de apoyo. Graduada en Logopedia y Psicología, su filosofía parte de una verdad sencilla, pero poderosa: nadie está exento de sufrir problemas de salud mental en algún momento de su vida.
La monarca ha participado en actividades simbólicas, como paseos en bicicleta junto a personas con trastornos emocionales, para subrayar la importancia de la prevención y el acompañamiento. Además, predica con el ejemplo, priorizando su propio bienestar mediante hábitos saludables que incluyen el ejercicio físico, la desconexión tecnológica y momentos de introspección con una taza de café o un libro.
A pesar de su rol institucional, Matilde ha sabido incorporar elementos modernos a la monarquía belga. Su participación en iniciativas culturales y sociales, como el club de lectura The Queen’s Reading Room, impulsado por la reina Camila del Reino Unido, es un claro ejemplo. En este proyecto, que fomenta el hábito de la lectura, Matilde compartió sus libros favoritos, entre los que se encuentran obras históricas, memorias y textos reflexivos que destacan por su profundidad y relevancia.
La colaboración entre ambas reinas también ha abarcado campañas contra la violencia de género, demostrando que las monarquías pueden desempeñar un papel activo en temas de interés global y social.
A sus 52 años, Matilde ha demostrado que es posible mantener una vida equilibrada a pesar de las exigencias de ser reina consorte. Además de su interés por la música y la salud mental, se mantiene activa físicamente a través del ciclismo y la participación en maratones. Una rutina que no solo mejora su condición física, sino que también contribuye a reducir el estrés y aumentar la confianza, beneficios que Matilde valora profundamente.
Otro de sus secretos para preservar su bienestar es desconectarse de las tecnologías cuando lo considera necesario. La reina enfatiza la importancia de apagar el móvil y disfrutar de pequeños momentos de placer, como leer o saborear un postre, lo que también promueve prácticas de mindfulness. Esta técnica, que consiste en centrarse en el momento presente, le permite gestionar mejor las tensiones diarias y fomentar una mentalidad positiva.