La presidenta Claudia Sheinbaum siguió su gira este domingo por el Estado de México, donde reiteró su rechazo a los aranceles del 25% que Estados Unidos impuso a los productos mexicanos y señaló que estas tarifas no resuelven el problema del fentanilo, como acusa el presidente Donald Trump.
La mandataria mexicana señaló que los aranceles sólo encarecen los productos para la ciudadanía y esta medida no ayuda a resolver el consumo de drogas sintéticas, y para ello invitó a la administración de Trump a trabajar de forma coordinada en el combate al tráfico y consumo de fentanilo.
“El consumo y distribución de drogas está en su país y ese es un problema también de salud pública que nunca han atendido. ¿Por qué no se preguntan cuál es la razón de fondo de tanto consumo de drogas que lleva tanto tiempo en los Estados Unidos?”, dijo la mandataria este domingo.
Según las autoridades de la Casa Blanca, gran parte del fentanilo que llega a su territorio proviene de México, transportado por grupos delictivos. Esta sustancia, altamente adictiva, ha provocado un aumento significativo en las sobredosis y muertes relacionadas con su consumo, apuntan desde el país del norte.
Sheinbaum reconoció la gravedad de la situación y expresó disposición para colaborar con Estados Unidos en el combate al tráfico de drogas. Sin embargo, enfatizó que cualquier cooperación debe basarse en la coordinación entre ambas naciones, sin que ello implique una subordinación de México a las directrices estadounidenses.
“Coordinación sí, subordinación no”, afirmó, dejando claro que México no aceptará injerencias externas en sus políticas internas.
Aunque reconoció que la droga puede cruzar la frontera desde México, cuestionó qué sucede una vez que llega a territorio estadounidense. “¿Quién distribuye esa droga?”, preguntó, sugiriendo que el problema no se limita al tráfico, sino que también involucra a las redes de distribución y consumo dentro de Estados Unidos.
Sheinbaum reiteró la importancia de mantener un diálogo abierto y respetuoso entre las dos naciones, subrayando que la colaboración es esencial para resolver los desafíos compartidos. Sin embargo, dejó claro que México no aceptará medidas que comprometan su soberanía o perjudiquen su economía.
Sheinbaum destacó que México es actualmente el principal socio comercial de Estados Unidos, superando incluso a China en volumen de exportaciones hacia ese país.
Este aumento impuesto por la administración Trump, señaló, no solo impactará a las empresas mexicanas, sino también a los consumidores estadounidenses, quienes enfrentarán precios más altos en los productos que adquieren.
“Se están dando un balazo en el pie”, afirmó, al referirse a las posibles consecuencias económicas para Estados Unidos.
La imposición de estos aranceles podría llevar a las empresas mexicanas a reconsiderar su permanencia en el país, advirtió Sheinbaum. Si la medida se mantiene en el tiempo, algunas compañías podrían optar por trasladar sus operaciones a otras regiones donde las condiciones comerciales sean más favorables.
Sin embargo, subrayó que el impacto más significativo recaerá en los consumidores estadounidenses, quienes absorberán el aumento de precios en los productos importados desde México.