El presidente Javier Milei esperará a que terminen las obras en marcha en la quinta de Olivos para abandonar el piso 21 del Hotel Libertador, donde se hospeda desde las elecciones generales del 22 de octubre.
Durante las tres reuniones de transición entre la flamante secretaria general de Presidencia, Karina Milei, y su antecesor Julio Vitobello, la hermana del mandatario se interiorizó especialmente en el funcionamiento de la Residencia Presidencial de Olivos (RPO), porque – como anticipó el propio jefe de Estado luego del balotaje- el Presidente planea gobernar el grueso de su tiempo desde allí.
“Voy a mudarme a Olivos y voy a instalarme ahí así trabajo desde que me despierto hasta que me voy a dormir. La idea es poner todo en condiciones en Olivos para estar 7×24 conectado con el trabajo”, sentenció el economista libertario, que se convertirá en el 31 mandatario que vivirá en el predio de 30 hectáreas.
Parte de las reformas de la quinta donada por la familia Olaguer Feliú están destinadas a optimizar ese uso, aunque en el Ejecutivo destacan que son menores. Karina Milei podría ocupar uno de los cuatro chalets de la quinta, según confiaron fuentes oficiales. El Presidente se mudaría recién en el transcurso de la próxima semana.
También está previsto que los integrantes de la mesa chica del mandatario tengan oficinas en la quinta. En ese lote se cuentan el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y Santiago Caputo, el “arquitecto”, en palabras del mandatario, ministro sin cartera pero uno de los dirigentes que más escucha Milei.
El Presidente dispone de una oficina en el chalet principal de la RPO y de otro despacho en la Jefatura de Gabinete, el área de trabajo acostumbrada. Además existe otro espacio con habitaciones para huéspedes, con baños y una cocina en común y la histórica casa del intendente de la quinta, a la que se le puede dar otro uso si el encargado general de la RPO no cumple tareas 24×7.
Milei ya puso en funciones a Javier Sosa, que reemplazó a Daniel Rodríguez, el amigo de Alberto Fernández que quedó a cargo de la residencia desde 2019. Tuvieron su propia transición.
Como ya trascendió, también se adaptará un sector de la quinta para que se instalen allí los 5 perros del Presidente, Conan, Murray, Milton, Robert y Lucas, que adornaron el puño del bastón de mando que Milei usó en su asunción. “Mi hermana está viendo cómo adaptar la Quinta de Olivos para que lleve a mis hijitos de cuatro patas”, sostuvo Milei días atrás.
Alrededor de 75 trabajadores entre mozos, granaderos, cocineros, personal doméstico y jardinería está apostado en la residencia presidencial. Resta saber si el ajuste anunciado por el Presidente en su discurso de asunción también llegará a la residencia presidencial. “Nosotros redujimos la planta, fuimos mileístas antes que Milei”, ironiza un funcionario de la gestión saliente.
Como informó Clarín, cuatro empresas compiten en una licitación para el mantenimiento del parque de la RPO. La propuesta más económica es de $95 millones y la más cara de $161 millones.
A pesar de la pretensión del mandatario de pasar la mayor cantidad de tiempo en Olivos, la Casa Rosada no quedará reducida al uso protocolar o ceremonial. “Todos quieren una oficina en Balcarce 50”, se sinceró un funcionario.
La vicepresidenta Victoria Villarruel adelantó este lunes ante los periodistas acreditados que tendrá una oficina en la sede oficial del Ejecutivo. Gabriela Michetti fue la última vicepresidenta en tener despacho en el Ejecutivo. Allí tienen sus oficinas, también, el jefe de Gabinete y el ministro del Interior.
El hotel Libertador, actual morada de Milei que también funcionó como la sede del gobierno, en transición, es propiedad del grupo IRSA, de Eduardo Elsztain, quien además acompañó al Presidente a sus viajes a Nueva York para acercarlo a la rama ortodoxa de Jabad Lubavitch.
“Hay que darle tiempo, paciencia y mucho trabajo a Milei”, le dijo el empresario de estricto perfil bajo a Clarín, al retirarse de la ceremonia de asunción del mandatario, en el Congreso.
Una «superministra» en la Casa Néstor Kirchner
En tanto, la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello -que absorbió las carteras de Trabajo, Desarrollo Social, Cultura y Educación- habría pedido quedarse con la casona de la Casa Patria Grande Presidente Néstor Kirchner, en la zona residencial de Retiro, aunque tiene a su disposición el despacho del ministerio de Desarrollo Social en el piso 14 del antiguo edificio de Obras Públicas, sobre la 9 de Julio, donde también se aloja el Ministerio de Salud.
Sandra Pettovello. La ministra de Capital Humano. Foto: Federico López ClaroLa decisión de la ministra parece audaz, porque las organizaciones sociales de todo el arco político suelen concentrar sus movilizaciones frente a la cartera que administra los planes sociales y la ayuda social.
Milei ya dijo que el de Pettovello será el único ministerio con la billetera abierta y que los beneficiarios de planes sociales que corten calles perderán el beneficio. Habrá que ver si alcanza para disuadir a todos. Desde el entorno de la ministra aclararon que tendrá un despacho propio en todas las dependencias que dirigirá.
La vieja casona de principios de siglo XX ubicada en Carlos Pellegrini y Juncal, obra del arquitecto italiano Juan Antonio Buschiazzo y que perteneció a las familias Martínez y Salaberri, es más accesible que el histórico edificio del MOP, donde la izquierda piquetera realizó acampes durante la administración de Mauricio Macri y de Alberto Fernández. El inmueble donde funcionó el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Argentina tiene una sola salida.
La Casa Patria Grande Néstor Kirchner, en Retiro. La decisión del Ejecutivo hasta ahora es que el edificio donde se alojarán las nuevas oficinas de Pettovello mantengan el nombre del ex presidente. Macri había renombrado el inmueble como Casa Creativa del Sur, que pasó a depender del extinto ministerio de Cultura, ahora degradado en secretaría y bajo la órbita de Pettovello.
La flamante directora del CCK, Valeria Ambrosio, también había advertido que centro cultural en el viejo Palacio de Correos no cambiará su nombre.