En el último suspiro y cuando todo parecía dispuesto para los penaltis, apareció Mikel Merino para cabecear un balón a la red en el Stuttgart Arena y firmar así el pase de España a semifinales de la Eurocopa.
El progenitor de Mikel, Miguel Merino, marcó el 5 de noviembre de 1991 un gol que supuso el 0-2 en un partido entre el Osasuna y el Stuttgart. 33 años después, Mikel imita la celebración de su padre al marcar el gol de la victoria, lo hace dando un par de vueltas al banderín del córner. Otro sorprendente dato que se suma a esta bonito recuerdo familiar y futbolístico es la voz encargada de narrar ambos goles, la del periodista Juan Carlos Rivero.