Pese al malestar creciente de la conducción de la CGT por la redoblada presión del Gobierno para contener los aumentos salariales en el tope mensual del 1% para profundizar la baja de la inflación, otro gremio clave del sector privado aceptó cerrar su paritaria en línea con la pretensión de la administración de Javier Milei. Se trata de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica), el principal sindicato del sector industrial, que tras largas semanas de negociación con las cámaras empresarias de la actividad selló un incremento salarial escalonado de 12,3% por un plazo de cinco meses y con revisión del acuerdo para el mes de marzo.
La definición del entendimiento paritario en la industria metalúrgica replicó así los cierres de las negociaciones salariales en otros importantes sindicatos como Camioneros y encargados de edificio. En el primer caso, firmado un par de semanas atrás, Hugo Moyano desistió del reclamo original de un aumento de 15% para el período diciembre-febrero y terminó acordando una mejora de apenas un tercio de ese planteo: 5,5% en tres cuotas y por el mismo plazo. El gremio de Víctor Santa María, cuyos salarios impactan significativamente en el monto de las expensas, suscribió una suba de 1,8% para enero y otra de 1,5% para febrero, cerca del techo pretendido por la Casa Rosada.
La UOM también firmó con el mismo esquema ante la advertencia concreta de las autoridades de la Secretaría de Trabajo de no homologar subas mayores. El gremio que conduce el dirigente kirchnerista Abel Furlán había acercado posiciones con los empresarios para cerrar un aumento de 18,71%, pero terminó aceptando un 12,3% para cinco meses: 5,5% en noviembre, 2% en diciembre, 1,8% en enero, 1,5% en febrero y 1% a partir de los sueldos de marzo.
Un camino similar podría transitar en los próximos días la discusión salarial en el sector gastronómico. El jefe del sindicato, Luis Barrionuevo, selló en noviembre un incremento escalonado de 16% desde ese mes y hasta febrero, a razón de una suba del 4% mensual. Ahora las autoridades laborales rechazaron homologar el pacto y reclamaron su reformulación. La idea que informalmente las partes comenzaron a discutir supone mantener el porcentaje de recomposición pero extendiendo el período de vigencia del acuerdo y volviendo a repartir los tramos de aumento.
Desde la CGT interpretan que la multiplicación de acuerdos en línea con el tope salarial establecido por el ministro de Economía, Luis Caputo, conspira contra su aspiración de hacerle frente a la presión oficial en el marco de las paritarias.
Justamente como parte de esa resistencia y en la más estricta reserva, un grupo de dirigentes de la cúpula cegetista abrió en los últimos días un canal de negociación alternativo con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el asesor presidencial Santiago Caputo, sus dos principales interlocutores en la Casa Rosada, para intentar forzar una revisión del tope salarial impuesto por Economía, tal como informó Clarín.
“Se está conversando, la idea es poder aflojar la presión por aumentos del 1% y que se alineen más a la realidad”, apuntó uno de los gremialistas que participa de las conversaciones con los funcionarios. Y se mostró expectante con la posibilidad de poder consensuar una salida que permita “matizar” la presión para que todos los aumentos se ajusten al tope oficial. “Hay algunas paritarias aún sin homologación que se están pagando y que ponen los números de aumento nominal pero no los porcentajes. Esa puede ser una alternativa, se está analizando”, deslizó otro referente clave de la central obrera.
Héctor Daer, uno de los miembros del triunvirato de conducción de la entidad, es uno de los afectados directos por la imposición de Economía para las paritarias. Daer firmó en octubre la negociación del gremio de Sanidad con las cámaras del sector asistencial por el que se fijó una suba de 4% para ese mes, 3,8% para noviembre y 3,6% para diciembre. El entendimiento, que las empresas de la actividad lo están pagando, nunca fue homologado por la Secretaría de Trabajo, que conduce Julio Cordero, que ahora exige a las partes renegociar los términos del aumento en un sentido que se asimile al tope del 1%.