Scarlett Johansson tenía 8 años cuando estrenó Jurassic Park, la exitosa adaptación de Steven Spielberg de un libro de ciencia ficción sobre las cosas que pueden salir mal cuando se abre un parque con dinosauros clonados.
Fan del cine de acción pochoclero, ver esa película le hizo explotar la cabeza a la pequeña Scarlett Johansson y de alguna manera impulsó su sueño de querer participar en la saga, cosa que hizo realidad este año en Jurassic World: Rebirth. El renacimiento de una nueva etapa de la franquicia estrena el 2 de julio con ella como su protagonista, Zora Bennett.
Para eso, tuvo una reunión con Spielberg donde lo sorprendió mostrándole todo lo fan que era de ese universo poblado de gigantescos animales prehistóricos. Cree que eso le hizo ganar el papel, haber compartido su entusiasmo como forma de homenaje y de estrategia.
Tenía 8 también cuando inició su carrera de actriz infantil en el off Broadway de su Manhattan natal en una obra que protagonizaba Ethan Hawke. Su mamá la acompañaría desde entonces a todos lados, incluyendo el junket de la película que a los 12 la pondría en el radar de Hollywood, El señor de los caballos.
Dirigida por Robert Redford, su descubridor y mentor, la forma en que él la involucró en cada escena con largas charlas sobre la evolución de su personaje le hizo nacer el segundo sueño que también cumplió este año: ser directora de cine. Se tomó su tiempo, pero en mayo se emocionó cuando en Cannes recibieron su debut como directora con una ovación de pie de 5 minutos.
Eleanor The Great, filmada en Nueva York por su compañía productora con un pequeño presupuesto, es protagonizada por una actriz de 94 años en la piel de una mujer que debe dejar su retiro en Florida para ir a vivir con su hija en Nueva York, donde termina uniéndose a un centro de víctimas de sobrevivientes del holocausto.
Adiós Avengers, bienvenida Jurassic World
Recordaba Scarlett en una entrevista con The Hollywood Reporter que estando en México filmando The Avengers invitó a sus compañeros, los otros superhéroes del universo de Marvel a comer nachos y ver todos juntos el estreno de Jurassic World, el relanzamento de la franquicia. La saga de Avengers la convirtió en la actriz mejor paga y le dio grandes amigos, como Robert Downey Jr., que le elogia la tenacidad.
En Avengers Endgame, película que cree debió haber sido nominada al Oscar, se despidió de su rol como Natasha Romanoff aunque luego terminaría teniendo su propia película, Black Widow, en forma de precuela.
Pero aunque la han tentado con revivir a Natasha, no quiere decepcionar a los fans, piensa que el arco de ese personaje ya está más que cubierto. Aunque no descartaría volver a Marvel como directora si se lo ofrecen.
Mientras tanto le quiere sacar jugo a su nuevo personaje, Zora Bennett, una experta en operaciones encubiertas en el universo del parque al que llega para recuperar material genético de los 3 dinosaurios más grandes del mundo.
Más sentido del humor, menos sex symbol
Scarlett Johansson es la actriz que más veces ha conducido el mítico programa de humor Saturday Night Live. En mayo fue su séptima participación cerrando la temporada del 50 aniversario del ciclo.
En una de esas apariciones en SNL en 2017 conoció a Colin Jost, guionista y coconductor del noticiero del show, Weekend Update. Se casaron y tuvieron un hijo, Cosmo. Ella tiene una hija preadolescente, Rose, de un matrimonio anterior. Dice que la enamora en un hombre su sentido del humor. Con Colin puede reír, pero también hablar en serio de la realidad política de su país, que la preocupa y mucho, tanto como el avance de la inteligencia artificial.
Muy caballero, Colin la acompaña siempre a sus alfombras rojas donde Scarlett marca tendencia. En la película que está filmando ahora luce un peinado a lo Marilyn Monroe. Fascina con su belleza, pero no parece hacerlo a propósito. Por el contrario, nada la irritó más en su carrera que ese período como veinteañera, después de Perdidos en Tokio, en el que se sintió cosificada por periodistas que la miraban y trataban como a una sex symbol.