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Roberto Carlos cumple 83: el hombre del millón de amigos, los trasplantes capilares y la suerte trágica con las parejas

Roberto Carlos, el artista del millón de amigos, cumple 83 años el 19 de abril y festeja este nuevo aniversario con una gira por Brasil, algunos países de América latina y los Estados Unidos. Incansable trovador romántico y una de las voces más reconocibles del olimpo de la música romántica.

Roberto Carlos le decía a Clarín tiempo atrás: “El amor es siempre igual. Las formas de hablar varían, pero lo que se dice ahora es lo mismo que se decía hace 500 años. Se usa un lenguaje moderno, más o menos dramático, pero las historias son siempre iguales. Son, fueron y lo seguirán siendo”.

Una carrera de 65 años que comenzó en 1959 y que lleva vendidos alrededor de unos 140 millones de discos y más de 100 álbumes con temas emblemáticos como Un millón de amigos, Amada, amante, La distancia, Detalles y El gato en la oscuridad, entre muchas otras. El año pasado sacó un simple, Eu ofereco flores, que podría ser parte de un nuevo disco.

Entre sus logros tiene el de haber sido el primer artista latinoamericano en ganar el Festival de la Canción de San Remo, 1968. Además, tiene un Grammy como Mejor álbum de Pop Latino (1989) y el Latin Grammy a la Excelencia Musical (2004)

El 5 de abril comenzó una nueva gira que incluye conciertos en Brasil, como en San Jose dos Campos, Nova Odessa, Niteroi y un especial festejó el 19 abril por su cumpleaños, en el estadio Pacaembú, de San Pablo; luego Montevideo, Santiago de Chile y en junio,shows en Miami, Houston, Los Ángeles, Chicago, Boston, Nueva York (cantará en el Radio City Music Hall) y cerrará la gira, el 30 de junio, en Orlando. Hasta ahora, no se sabe de ningún show en la Argentina.

Accidente precoz y mala suerte con sus parejas

Carisma. Roberto Carlos, en una de sus últimas actuaciones en el Teatro Gran Rex, de la ciudad de Buenos Aires. Foto: Martín Bonetto Carisma. Roberto Carlos, en una de sus últimas actuaciones en el Teatro Gran Rex, de la ciudad de Buenos Aires. Foto: Martín Bonetto El artista tuvo un comienzo difícil. A los seis años en la fiesta de San Pedro, patrono de Itapemirim, su ciudad natal, una locomotora a vapor lo atropelló y tuvieron que amputarle la pierna derecha debajo de la rodilla; desde aquel momento usó una prótesis.

Otro aspecto sin duda paradójico para el rey de la canción romántica en Brasil fue la mala fortuna con sus parejas. Graves problemas de salud provocaron que tanto Cleonice Rossi, su primera esposa y con quien tuvo tres hijos, muriese en 1990, como también su tercera esposa, Maria Rita Simoes, que falleció en 1999, ambas a causa de cáncer.

Una dolorosa experiencia vivió en 1991, posterior al reconocimiento de su hijo Rafael Braga, nacido de un romance que tuvo el artista a los 25 años con Maria Lucila Torres. Dos días después de haber asumido su paternidad, María Lucila murió debido a un cáncer de mama.

En 2010, a los 96 años, murió su madre, Doña Laura Moreira, inmortalizada con el tema Lady Laura, y otra grave pérdida fue, en 2020, la de su hijo Segundinho Braga (Dudú), productor musical, que tenía una importante discapacidad visual y que falleció a raíz de un cáncer.

Roberto Carlos, en un desfile con la escuela de samba Beija-Flor, en el Carnaval de Río 2011. Foto: EFE/Antonio LacerdaRoberto Carlos, en un desfile con la escuela de samba Beija-Flor, en el Carnaval de Río 2011. Foto: EFE/Antonio Lacerda

Del pop a la canción romántica

Roberto Carlos grabó por primera vez en 1959. En sus comienzos intentó acercarse a la bossa nova, un género en plena expansión, con una versión algo desprolija de Louco por voce (1961). La poca repercusión que tuvo lo decidió a saltar al pop y al rock a sugerencia del productor de CBS, Evandro Ribeiro, con quien había ya grabado la balada rockera Malena, con relativo éxito.

En marzo de 1963, lanza su segundo álbum Splish-Splash, con el tema que da nombre al disco en sociedad con Erasmo Carlos (1941-2022) y comienza su ascenso en ventas y popularidad; se convierte en líder del programa televisivo dominical Jovem Guarda (1965), de Rede Records, nombre tomado del movimiento musical que encabezan Roberto Carlos, Erasmo Carlos, Tim Maia y Jorge Ben, entre otros.

En los ’60, la escena pop de la música brasileña, en especial la carioca, tenía a Roberto Carlos como uno de los pilares. Entre 1964 y 1970, lanzó ocho discos, E proibido fumar (1964), Canta a la juventud (primer disco que graba en castellano), Canto para la juventude y Jovem Guarda (todos en 1965), Roberto Carlos: Eu te darei o Céu (1966), Em ritmo de aventura (1967), O Initimavel (1968) y Roberto Carlos, As flores do jardim da nossa casa (1969). Estos álbumes lo llevaron a presentarse como el Elvis Presley brasileño y se gana el título de “Rey de la juventud”.

En diciembre de 2002, Roberto Carlos recibió en Brasilia la medalla de Orden Cultural al Mérito. Foto: EFE En diciembre de 2002, Roberto Carlos recibió en Brasilia la medalla de Orden Cultural al Mérito. Foto: EFE Roberto Carlos por aquellos años cubría un amplio panorama. Dictó modas, influyó en la música y en la manera de interpretarla, conquistó el corazón de sus audiencias y llevó multitudes al cine con sus tres películas, SSS contra a Jovem Guarda (1966), Roberto Carlos en ritmo de aventura (1968) y Roberto Carlos y el diamante de color rosa (1970). Su calidad para transmitir ganaba donde se presentase; eran tiempos en los que cantaba “Quiero que me calientes este invierno y que todo lo demás se vaya al infierno”.

La década del ’70, con el movimiento Jovem Guarda desvanecido encontrará a Roberto Carlos mutando a cantante romántico que es donde conseguiría repercusión internacional. Evidentemente, lo de calentarse en invierno estaba bien, pero no tenía, al parecer, proyección fuera de Brasil; el amor romántico, en cambio, seduce en todos lados.

Dejó su papel de Elvis Presley brasileño, aunque siguió siendo “O Rei” para convertirse a los 30 años en un cantante que le hablaba enteramente al amor y aunque sus canciones tienen infinidad de tópicos siempre se entrevé un innegable romanticismo en su interpretación.

Ese giro en su carrera lo dejó expuesto en el histórico local Canecao, en Botafogo, Río de Janeiro, donde hizo un ciclo que lejos de confundir a su audiencia, logró conquistarla con su carismática forma de cantar. De esa época son temas como Hannah y la célebre Jesucristo, por cierto, composición que lo acercó a la religión.

Roberto Carlos, en el año 2000. Ya era un consagrado en todo el mundo. Foto: EFE Roberto Carlos, en el año 2000. Ya era un consagrado en todo el mundo. Foto: EFE Sus grabaciones consiguen agotarse en las disquerías y su película Roberto Carlos a 300 kilómetros por hora, en 1972, confirma la potencia comercial del artista. Ese mismo año su disco Roberto Carlos logra su primer millón de copias vendidas, algo que se repetiría con frecuencia. Lanza una seguidilla de éxitos como Detalles, Amada amante, La ventana y El gato en la oscuridad.

“La musa principal para hacer canciones es la vida. Soy un observador atento de lo que pasa delante de mí y de las historias de otros. Observo la vida con los detalles, como dice mi canción. La vida nos da lo necesario para hacer una canción”, afirmó en una entrevista.

Uno de sus temas más conocidos y que resurgió a partir del Día del Amigo es Un millón de amigos, lanzado el 11 de julio de 1975, en un simple con Usted, en la cara B, por el sello CBS.

A comienzos de la década del ’80, participa de la campaña del Año Internacional de la Persona con Discapacidad, y graba su primer disco en inglés. Hasta ese momento había cantado en castellano, italiano y francés. En 1982, graba con Maria Bethania, el álbum Amiga; años después grabará para otra campaña internacional, esta vez para recaudar fondos en ayuda de los niños de América latina, junto con Julio Iglesias, José Feliciano y Plácido Domingo.

En los noventa, Roberto Carlos continuó siendo un artista exitoso. En 1994, con 70 millones de discos vendidos en América latina supera nada menos que a los Beatles y como era de esperar es reconocido ampliamente por la comunidad de artistas más jóvenes. De ser considerado por las generaciones que lo siguieron como kitsch, excesivamente meloso, cuando no insufriblemente romántico, obtiene un merecido reconocimiento.

Uno de estos tributos lo hicieron los nombres fuertes del pop y del rock brasileño como Cassia Eller, Barón Rojo, Chico Science & Zombie, entre otros, que grabaron las composiciones que hacía el artista en su paso por el movimiento Jovem Guarda. Mientras tanto, su proyecto, en colaboración con Erasmo Carlos, Mulher de 40 (1996), logra ventas importantes en América latina.

En el Luna Park. Roberto Carlos, durante una visita a la Argentina en 2008. Foto: Martín Bonetto En el Luna Park. Roberto Carlos, durante una visita a la Argentina en 2008. Foto: Martín Bonetto En la Argentina, la banda punk Attaque graba una versión de su megaéxito Amigo.

La muerte de su tercera esposa Maria Rita, en 1999, genera que se retire durante un tiempo de la escena para volver a los shows en noviembre de 2000, con su gira Without Love, que termina con un concierto en 2002 en el Parque Flamengo, al que asisten 200.000 personas.

Si bien era un secreto a voces, recién en 2004 reconoció públicamente que sufría un trastorno obsesivo-compulsivo que lo hacía excesivamente supersticioso. Roberto Carlos no sólo se vestía de blanco y azul celeste para atraer la buena suerte (detesta el rojo), sino que también había descartado algunas composiciones (como Desayuno), por temor a las consecuencias que le traería cantarlas. Una prolongada terapia le ayudó a quitar estos fantasmas de su vida.

En tren de intimidades reconoció en una entrevista que sus rutinas de ejercicios, dietas y procedimientos estéticos los hace por vanidad. “Hago un poco de ejercicio físico, pesas y bicicleta estática para fortalecerme”. Un aspecto central es su cabellera: “Ya me hice seis trasplantes capilares. En cuanto empiezo a notar la falta de cabello me hago un trasplante y hasta he utilizado pelo del pecho para el procedimiento”.

En relación con procedimientos estéticos contó que se hizo “dos estiradas de cuello” y que abandonó el vegetarianismo. “Como de todo pero con mucho equilibrio”, concluyó.

Con Caetano, cantando Jobim

En 2008, junto con Caetano Veloso hace un concierto en homenaje a Tom Jobim, con arreglos de Jaques Morelenbaum. Para sus cincuenta años de carrera, en 2009, hizo un concierto en Itapemirim, su ciudad natal y otro, en el Maracaná para 70.000 personas. En abril de ese año, en su cumpleaños 68, en el Palacio Municipal de San Pablo reunió a Alcione, Nana Caymmi, Daniela Mercury, Ivete Sangalo, Hebe Camargo, Fafa Belem, Claudia Leitte, entre otras, para su nueva espectáculo: Roberto Carlos y las divas.

Roberto Carlos Braga Moreira nació en Cachoeiro de Itapemirim, en Espíritu Santo; es el menor de cuatro hermanos y fue descubierto por el periodista Carlos Imperial. Con nueve años se presentó a una competencia musical organizada por la radio local, que ganó cantando un bolero. Desde ese momento, se convirtió en un invitado frecuente de la emisora.

Roberto Carlos se mudó de Espíritu Santo a Río de Janeiro con 18 años para comenzar una carrera que después de 65, sigue corriendo.

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