La niña Alisha Weir, que era encantadora en Matilda, el musical que estrenó Netflix sobre el libro de Roald Dahl, ahora es una pequeña monstruosa, bailarina clásica y vampira.
Los directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, los que revitalizaron la saga de Scream con las dos últimas películas y que habían sorprendido previamente con Boda sangrienta, están detrás del proyecto, pero solo como realizadores, ya que no suelen escribir los guiones de lo que filman, y no participaron de la creación de la historia.
Una historia que por momentos se parece a un clásico relato de gente encerrada en una mansión espectral, acosada vaya uno a saber por qué.
Hasta que los protagonistas de Abigail -y los espectadores- lo descubran pasará buena parte de los 110 minutos de este filme que comienza siendo más de suspenso y que termina en una endiablada película de terror, con muchos toques de humor impensado.
La irlandesa Alisha Weir, algo enojada tras su secuestro extorsivo. Fotos Universal/UIPEl filme arranca con un coordinado secuestro, el de la pequeña Abigail, con los seis criminales ingresando a su lujosa casa y llevándola a la mansión de la que hablábamos al principio. Ninguno sabe quién es la secuestrada -al hacerlo se enteran de que es una chica- ni tampoco hija de quién es, pero al padre le pedirán 50 millones de dólares, como les dice Lambert (Giancarlo Esposito, de Breaking Bad y Better Call Saul), el tipo que los contrató.
La mansión del terror
La mansión laberíntica, que ya mismo podría ser una atracción en los parques temáticos de Universal, es donde transcurre la parte central de la película, con Abigail adormecida y encadenada y las dos mujeres y los cuatro hombres, cada uno con una especialidad. Los «malos» se debaten qué hacer cuando empiecen los ruidos extraños y caiga el primer muerto.
Al fin y al cabo, Abigail es una chica, siglo más, década menos, que solo quiere divertirse… a costa de le sexteto criminal.
Melissa Barrera (de las últimas «Scream») y Dan Stevens («La Bella y la Bestia») en un momento de peligro inminente.Abigail por momentos tiene muchos elementos de la saga de Scream (alguien acechando para asesinar a los “buenos”, que en verdad son criminales) y tiene guiños a varias películas clásicas del género, El exorcista incluida.
Melissa Barrera, la mexicana que ya había trabajado con Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett en las dos últimas de Scream, y a quien apartaron de la séptima de la saga por comentarios sobre la franja de Gaza, es la protagonista. Más tarde que temprano sabremos que cada uno tiene su pasado, pero ella se juramenta que Abigail no sufra ningún tipo de daño.
La película arranca como una de suspenso y desemboca en una de terror endiablada y sangrienta.Hay unas muertes realmente explosivas (para quienes recuerden el momento memorable de Boda sangrienta) y un elenco que cumple al pie de la letra con lo que deben hacer quienes interpreten a probables/posibles víctimas.
Uno de ellos es Angus Cloud, el actor de la serie Euphoria fallecido y a quien se le dedica la película en los créditos finales. Y no, no esperen ninguna escena postcrédito.
“Abigail”
Buena
Terror. Estados Unidos, 2024. 109’, SAM 16. De: Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett. Con: Melissa Barrera, Dan Stevens, Alisha Weir, Kathryn Newton, Kevin Durand, Angus Cloud, Giancarlo Esposito. Salas: Cinemark Palermo, Cinépolis Recoleta y Pilar, Showcase Belgrano y Norcenter.