Ya sin el aporte de las divisas del campo, el Gobierno enfrenta el desafío de encontrar nuevas fuentes de dólares. La cosecha gruesa pasó y se abre un periodo en el que espera poca oferta del sector agrícola, el que mayor cantidad de divisas trae.
Por lo pronto, el Gobierno está a la espera de que llegue el desembolso de US$ 2.000 millones tras la aprobación de la primera revisión del acuerdo por parte del Fondo Monetario. Además, las expectativas están puestas en fuentes de dólares frescos que podrían llegar a través de la privatización o concesión de empresas públicas.
El martes terminó la liquidación del campo con las retenciones bajas. A partir de ahora se espera que la oferta caiga, frente a una demanda de divisas que irá creciendo de cara a las elecciones. En lo que va del julio el dólar roza los $ 1.300, subió 5,6% y ya tomó la delantera ante la inflación.
Una de las fuentes de divisas esperable es el ingreso de desembolsos de parte de los organismos internacionales. Hoy se confirmó que el BID aprobó dos créditos por US$ 1.200 millones que deberían llegar en los próximos días.
A comienzos de este mes, el ministro Luis Caputo dijo que son cuatro las fuentes en las que buscarán divisas: privatizaciones, venta de activos o terrenos, concesiones y compra de dólares en bloque. Por esta vía el Tesoro ya adquirió casi US$ 1.000 millones en los últimos 30 días.
Respecto a las privatizaciones, el Gobierno avanzó con tres empresas esta semana: Aysa, Transener y el Belgrano Cargas.
Según trascendió, la expectativa es que la venta del 90% de la compañía de agua y saneamiento aporte entre US$ 500 y US$ 1.000 millones, mientras que por Transener esperan conseguir US$ 150 millones.
A la vez, Caputo anticipó que espera este año el ingreso de entre US$ 400 y US$ 500 millones por la licitación de las represas del Comahue, cuya concesión venció entre agosto y diciembre de 2023 y se fue extendiendo provisoriamente.
Pese a los avances se descarta que la llegada de estas divisas sea inmediata, lo que abre espacios para que se renueve la tensión cambiaria.
“Lo más probable es que el tipo de cambio lateralice o suba un poco más. En algún nivel, va a aparecer la oferta de dólares por carry trade, y ahí será clave la acción del gobierno. Hay formas de generar incentivos para que la cuenta capital aporte los dólares que la cuenta comercial ya no puede generar, por el fin de la estacionalidad”, dijo Gabriel Arguissain, CEO de Novus AM.
“A través de mecanismos indirectos, el gobierno puede evitar que el dólar se dispare más allá de la banda. Una cosa es tener volatilidad –que un día suba, otro baje y no se traslade a precios– y otra muy distinta es que suba todos los días”, sostuvo.
Para la Fundación Capital “nos encontramos más próximos a las elecciones, períodos en los que suele haber una dolarización de carteras más significativa, y nos alejamos del período de mayor estacionalidad de los agrodólares. Así, será muy importante que continúe el sendero de acumulación de reservas para mostrar mayor previsibilidad cambiaria y generar confianza”.