Después del dato de inflación de la Ciudad que arrojó un 5,1% en julio, el Gobierno busca retomar la senda de desaceleración y espera que el índice que difundirá este miércoles el INDEC se acerque al 3,7%.
La proyección, que está por debajo de la suba del 4,6% de junio, surge del documento que presentó el vicepresidente del Banco Central, Vladimir Werning, en una conferencia en Colombia la semana pasada.
Según el plan de estabilización de 2024 expuesto por el funcionario, uno de los objetivos es «remonetizar la economía» y la «rápida desinflación junto con correcciones de precios relativos».
En una de las filminas sobre la evolución de precios entre noviembre y junio, se observa que algunos rubros corrigieron a la baja (prendas y calzado, restaurantes y hoteles, y carne), mientras que otros, si bien se actualizaron, continúan atrasados.
En este último grupo, aparecen la electricidad, gas y otros, transporte público, comunicaciones, combustibles y prepagas, a la vez que alquileres y expensas junto con educación se mantuvieron sin cambios por debajo del punto de equilibrio.
De esa manera, el BCRA dejó ver que, pese a la suba de tarifas en marcha, el Gobierno considera que los ajustes no han sido suficientes.
Los consultores del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica el Banco Central esperan que la inflación se mantenga en un rango ubicado entre el 3,7% y el 4% mensual entre julio y diciembre.
Sin embargo, el dato de la Ciudad hizo que las consultoras revisen sus proyecciones levemente al alza. Por caso, Equilibra había previsto un 3,5% y ahora estima un 4%, sin contemplar las subas fuertes que solo se habrían dado en Caba.
«El gobierno va a bajar subsidios o corregirlos, los acelera como pasa en agosto con el aumento colectivo en AMBA, casi 50% del nacional, vas a tener impacto, lo mismo luz y gas, esos meses los precios regulados suben por encima del general, te complica la desinflación cuando avanzas por ahí», dijo Lorenzo Sigaut Gravina, socio fundador de la consultora.
El ministro de Economía, Luis Caputo, busca que la inflación baje a entre 1 y 0% en septiembre, y continuar con el ajuste de precios. «Si hace dos meses que la inflación está en torno al 4%, la gran apuesta es a principios de septiembre dar un golpe cuando baje el impuesto PAIS», dijo el economista de Equilibra.
Analytica proyecta una inflación del 4,1% en julio y de 3,9% para agosto. Respecto a junio, observan una desaceleración en los precios regulados, pero una suba en aquellos con estacionalidad, con fuertes subas en verduras.
«Si el Banco Central logra, más allá de los altos costos, sostener el crawling peg al 2% la inflación puede seguir desacelerándose y perforar el 3% mensual en los últimos meses del año. De todas formas, no es un escenario sencillo, atrasar el tipo de cambio sin tener dólares en el Banco Central es muy riesgoso, aun con cepo cambiario», advirtió Claudio Caprarulo, director de Analytica.
Para contener los precios, el Gobierno mantiene pisado el dólar y aplica un ajuste fiscal y monetario que contrae la actividad y el consumo. El costo de esa política cambiaria es el sacrificio de reservas, lo que genera dudas sobre el plan para salir del cepo sin una devaluación.
«En la medida que se mantenga el esquema cambiario y la contracción, se puede mantener niveles de inflación baja. Lo que va sí te va a determinar los próximos meses es hasta qué punto ese tipo de cambio es sostenible, lo que puede hacer que la desinflación se detenga y que el crawling del 2% deje de ser compatible, contemplando la baja en el precio de la soja, estamos en mínimos 2020 y la devaluación del real», señaló Tomás Canosa, economista de Fundar.