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Crece el apetito por el dólar: en lo que va del año, el nivel de atesoramiento ya es el mayor desde 2019

El cierre de la primera parte del año arroja un elevadísimo volumen de compra de billetes y divisas por parte de empresas, familias e individuos, no visto desde el tramo final de la gestión de Mauricio Macri.

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En el segundo trimestre, ya con la flexibilización del cepo, el atesoramiento escaló a u$s9.298 millones, donde el 59% fue bajo la forma de compras netas de billetes y el resto de inversiones en el exterior.

Podrían seguir luciendo atractivas las apuestas al “carry trade”, esperando que la tasa de interés en pesos le gane a la depreciación de la moneda, sin embargo, los argentinos, una vez más, dejaron en claro su voto a favor del dólar, sobre todo, tras la flexibilización del cepo. Es así como en lo que va del año, el nivel de atesoramiento en moneda extranjera del sector privado no financiero, en especial familias e individuos, según los últimos datos del Banco Central (BCRA), ha alcanzado la friolera de u$s8.767 millones. Semejante nivel de atesoramiento, también llamado por el mercado como “fuga de capitales”, no se veía desde que se intensificó la salida de capitales en julio del 2019 en el período pre-PASO.

Vale señalar que se trata de lo que hasta el mes pasado el BCRA denominaba “Formación de activos externos” (FAE) y que ahora rebautizaron “Compra-venta de billetes y divisas sin fines específicos”. Lo cierto es que más allá del nombre oficial o el que le adjudique el mercado, el flujo de moneda extranjera es netamente negativo reflejando el tenor de la demanda por billetes y divisas para atesorar, en el mercado local, en el externo, o en alguna guarida ya sea caja fuerte, maceta o colchón, etc.

Cabe señalar que este flujo negativo, que impacta sobre el devenir del mercado de cambios, se concentró en el segundo trimestre, o sea, a partir de la implementación de la salida del cepo, fundamentalmente, para las personas. Ya que en el primer trimestre hubo en realidad “desatesoramiento”, es decir, repatriación de capitales por u$s531 millones compuestos por u$s369 millones de ventas netas de billetes y el resto por repatriación de inversiones en el exterior. O sea, el 69% del flujo neto positivo fue en forma de ventas de billetes.

Este buen trimestre, que encadenó catorce meses consecutivos de “desatesoramiento”, apenas compensó lo que vendría después. Porque en el segundo trimestre, ya con la flexibilización del cepo, el atesoramiento escaló a u$s9.298 millones, donde el 59% fue bajo la forma de compras netas de billetes y el resto de inversiones en el exterior. En mayo el atesoramiento creció un 60% respecto de abril y en junio un 26% respecto al mes anterior, así duplicándose en tres meses. De modo que el balance del primer semestre arroja una salida de capitales de u$s8.767 millones compuesta en un 58% de compra de billetes y el resto transferencias al exterior.

En tal sentido, no dejan de llamar la atención los cambios registrados en este segundo trimestre ya que en abril pasado el atesoramiento fue mayormente (92%) bajo la figura de compra neta de billetes. En cambio, desde mayo empezó a disminuir la participación de la compra de billetes y fue ganando terreno las transferencias e inversiones en el exterior que pasaron a representar el 46% y el 54% en mayo y junio, respectivamente.

¿Qué paso en junio en el sistema financiero?

Un párrafo aparte merece lo ocurrido en el sistema financiero en junio pasado. De acuerdo con el Balance Cambiario del BCRA del mes pasado, las operaciones de la cuenta financiera cambiaria del Sector Financiero resultaron deficitarias en u$s725 millones debido al aumento de la tenencia de los activos en moneda extranjera de las entidades por u$s1.275 millones (que conforman la Posición General de Cambios, PGC) y por la suscripción de títulos valores con moneda extranjera por u$s58 millones. Estos egresos fueron, parcialmente, compensados por los ingresos netos por préstamos financieros y líneas de crédito por u$s593 millones y por préstamos de organismos internacionales y otros por u$s15 millones.

De modo que los bancos cerraron junio, y el semestre, con un stock de PGC de u$s8.571 millones, lo que significó un aumento del 17% mensual. Este aumento se explica por el aumento en la tenencia de divisas por u$s1.214 millones y, en menor medida, en la tenencia de billetes por u$s61 millones. De esta forma, la tenencia de billetes en moneda extranjera totalizó u$s5.186 millones al cierre del mes, lo que representó el 61% de la PGC que los bancos mantienen en sus tesoros para atender los movimientos de los depósitos locales en moneda extranjera y las necesidades del mercado de cambios.

En cuanto al mercado de futuros de dólar, los bancos en su conjunto cerraron junio con una posición vendida a término en moneda extranjera por u$s191 millones, elevando su posición vendida respecto al cierre del mes previo en unos u$s92 millones. Durante junio, las entidades vendieron u$s165 millones en mercados institucionalizados y compraron u$s73 millones directamente a clientes “Forwards”. Al respecto, vale diferenciar qué hicieron las entidades de capitales extranjeros y las nacionales: las primeras compraron u$s19 millones y cerraron con una posición vendida neta de u$s322 millones, mientras que las segunda vendieron u$s111 millones y finalizaron el mes con una posición compradora neta de u$s131 millones.

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