Quito, 28 ene (EFE).- Más de 32.000 migrantes ecuatorianos fueron deportados entre 2023 y 2024 en vuelos procedentes de Estados Unidos por encontrarse en situación irregular, según informó el Gobierno de Ecuador en un comunicado donde confirmó la llegada este martes de dos nuevos vuelos de deportación, unos de los primeros bajo las deportaciones masivas emprendidas por la administración de Donald Trump.
En el transcurso de 2023, Ecuador recibió a un total de 18.449 ecuatorianos deportados por Estados Unidos en diversos vuelos, mientras que en 2024 esa cifra descendió a 13.589 deportados, de acuerdo a la Cancillería.
En su comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador recordó que “los vuelos de deportación enviados por el Gobierno de Estados Unidos se han realizado desde el año 2005, con un incremento de su frecuencia en los últimos años”, hasta alcanzar los dos o tres a la semana.
Todos los vuelos de deportaciones enviados por Estados Unidos llegan al aeropuerto internacional José Joaquín Olmedo, de la portuaria ciudad de Guayaquil, la más poblada del país.
Sin embargo, la Cancillería ecuatoriana confirmó que solo este martes recibió dos vuelos de deportaciones con migrantes que “fueron retornados de manera forzosa por encontrarse en situación migratoria irregular en territorio estadounidense”.
El primero, un vuelo chárter fletado a la aerolínea canadiense Global X, llegó a Guayaquil a las 14:13 hora local (19:13 GMT) con 122 migrantes ecuatorianos a bordo de un Airbus A321 procedente de la ciudad de Arlington (Texas), cerca de la frontera con México por donde suelen llegar la mayoría de los migrantes irregulares que ingresan a Estados Unidos.
El segundo vuelo aterrizó en Guayaquil sobre las 19:30 hora local (00:30 GMT) con unos 80 migrantes dentro de un Boeing C17 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, procedente de El Paso (Texas), donde se encuentra uno de los principales pasos fronterizos entre Estados Unidos y México, que tiene como urbe colindante a Ciudad Juárez.
El Gobierno ecuatoriano señaló que, a la llegada de estos vuelos, activó los protocolos para la recepción de compatriotas para ofrecerles asistencia primaria para garantizar respeto a sus derechos, con la participación de los ministerios de Inclusión Económica y Social, Interior, Salud Pública y Cruz Roja, entre otras instituciones.
También se les dio asistencia humanitaria dentro del convenio firmado desde el pasado diciembre con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, “a fin de cubrir las necesidades inmediatas de los compatriotas retornados”.
Ecuador es uno de los principales países de origen de los migrantes irregulares que llegan a Estados Unidos, y ni el actual presidente de Ecuador, Daniel Noboa, que estuvo invitado a la ceremonia de investidura del nuevo mandato presidencial de Trump, ni las anteriores administraciones han puesto objeciones a la llegada de estos vuelos de retorno forzoso.
Las relaciones entre Estados Unidos y Ecuador se encuentran en el momento más intenso de los últimos veinte años, sobre todo en materia de cooperación en seguridad y lucha contra el narcotráfico, donde el Gobierno de Noboa declaró al país bajo “conflicto armado interno” contra las bandas criminales, causantes de ola de violencia que vive el país. EFE