Secuestraron dos osos de peluche impregnados con cocaína líquida: iban a ser trasladados a Hong Kong

Los agentes de la Aduana detectaron una caja sospechosa en el Centro Postal Monte Grande, partido de Esteban Echeverría. En el cargamento, había 648 gramos de cocaína líquida en total.

30 de noviembre 2023, 22:37hs

Los agentes de la Aduana secuestraron este jueves dos ositos de peluche impregnados con cocaína líquida que iban a ser trasladados por una encomienda a Hong Kong, informaron fuentes oficiales.

El operativo se llevó a cabo en el Centro Postal Monte Grande, partido de Esteban Echeverría, donde llegó una caja que les llamó la atención a los funcionarios, por lo que decidieron inspeccionarla.

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Según detallaron los voceros, utilizaron un escáner aduanero y descubrieron que había un objeto sospechoso dentro de los peluches. Además, un perro K9 olfateó la caja antes de que la abrieran y reaccionó por el olor de lo que podían ser estupefacientes o divisas.

Al abrir el paquete, los agentes encontraron los dos peluches, dos remeras de fútbol (una del Inter Miami y otra de la Selección argentina) y estuches con pestañas postizas. Los dos ositos pesaban más de lo normal, así que los agentes los revisaron y encontraron un relleno de guata y algodón “con una consistencia inusual”.

El narcotest dio positivo, se confirmó que el algodón estaba impregnado con cocaína líquida. Había 648 gramos en total.

“Tanto las camisetas de fútbol como las pestañas eran elementos para despistar que no estaban vinculados a la maniobra. La clave del envío eran los dos narcopeluches”, le aseguró a Télam una fuente involucrada en el caso.

Además de secuestrar los objetos, la Aduana procedió a investigar a las personas registradas en el envío postal.

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Como señaló el organismo, el kilo de cocaína cuesta hasta US$15.000 en la Argentina, mientras que, en Hong Kong, puede alcanzar los US$170.000. En este caso, los 648 gramos valdrían US$102.000 en la localidad china.

Los traficantes utilizan la cocaína líquida solo como una forma de trasladarla porque es más fácil que pase desapercibida en los controles. Cuando llega a destino, es procesada para devolverla a su estado habitual antes de ser comercializada y consumida.