El Vaticano dio este viernes un nuevo paso en el camino hacia la elección del próximo Papa. En horas de la mañana, un grupo de bomberos de la Santa Sede instaló la emblemática chimenea sobre el techo de la Capilla Sixtina, desde donde se anunciará al mundo, mediante una señal de humo blanco, la elección del nuevo líder de la Iglesia católica.
La escena pasó casi desapercibida para los cientos de turistas que recorrían la Plaza de San Pedro, aunque algunos testigos registraron el momento y lo compartieron en redes sociales.
(REUTERS/Stoyan Nenov)
Javier Milei y su hermana Karina asistieron al funeral del Papa Francisco
El cónclave comenzará el próximo miércoles 7 de mayo, cuando 133 cardenales se reúnan a puertas cerradas en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor de Jorge Mario Bergoglio, quien fue electo como papa Francisco el 13 de marzo de 2013 tras cinco rondas de votación.
La elección se realiza bajo estrictas normas de confidencialidad y mediante sucesivas votaciones: dos en la mañana y dos por la tarde.
Finalizadas cada dos sesiones de votación, los papeles son quemados en una estufa especial. Si no hay acuerdo, se utiliza una sustancia que genera humo negro, indicando que aún no se ha alcanzado una decisión.
En cambio, si un candidato obtiene la mayoría necesaria, el humo que sale por la chimenea es blanco, señal inequívoca de que el mundo está ante un nuevo “Habemus Papam”.
Tras un multitudinario funeral, el Papa Francisco ya descansa en la basílica de Santa María la Mayor
La instalación del conducto coincidió con una nueva jornada de congregaciones generales, las reuniones previas al cónclave en las que los cardenales —incluidos los mayores de 80 años, que no votan— debaten el presente de la Iglesia y el perfil que debería tener el próximo pontífice.
Se espera que la atención mundial se enfoque en Roma durante los próximos días, a la espera de señales desde la Capilla Sixtina que indiquen el comienzo de una nueva etapa para el catolicismo.