El cardenal peruano, Juan Luis Cipriani, es el nuevo protagonista de una fuerte polémica en el Vaticano. Es que desde una ONG que documenta la violencia clerical solicitaron que no participe del próximo cónclave que iniciará el próximo 7 de mayo, ya que hay una denuncia en su contra por abuso sexual.
Esta nueva situación se da luego de una anterior polémica que involucró al cardenal italiano, Angelo Becciu, quien finalmente decidió no participar en el cónclave, tras ser condenado por “corrupción y las irregularidades financieras dentro del Vaticano”. Ahora se abre un nuevo capítulo en el marco de lo que será el próximo Cónclave para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica.
La ONG estadounidense Bishop Accountability solicitó este pasado lunes al Vaticano que prohíba la participación de Juan Luis Cipriani en las reuniones previas al cónclave, ya que enfrenta sanciones por una denuncia de abuso sexual.
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Juan Luis Cipriani tiene en su contra una denuncia por abuso.
Infobae
La codirectora de la organización, Anne Barrett, indicó que el purpurado no debería ser incluido en estos encuentros, pues su presencia envía un “mensaje equivocado” sobre la postura de la Iglesia frente a la pederastia, una problemática que Francisco enfrentó durante su pontificado.
“La participación de Cipriani se burla de la declaración de los cardenales sobre la supuesta importancia del problema de los abusos. Garantiza a los obispos abusadores el continuo apoyo de sus colegas, al tiempo que envía un mensaje preocupante a las víctimas de abusos. Reaviva la inquietante idea de que la Iglesia es más segura para el clero acusado que para los niños”, manifestaron a través de un comunicado.
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El cardenal fue visto saliendo del salón donde los cardenales se reunieron para discutir asuntos relacionados con la elección del próximo papa.
El Papa lo había sancionado tras conocer la denuncia.
Foto: EFE
Según el medio digital Crux, ha empleado el hábito cardenalicio, lo que aparentemente viola las restricciones impuestas por el papa al tomar conocimiento de la denuncia, hace seis años.
“Dadas las claras sanciones del papa, ¿por qué el Vaticano le permite ahora ayudar a planificar el próximo cónclave? (…) Si el castigo impuesto por el propio Papa por la agresión sexual de un cardenal a una menor no constituye un impedimento legítimo, ¿qué lo constituye?“, cuestionó a continuación.
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“La obligación más sagrada de la Iglesia es proteger a los niños del abuso. La vida y el bienestar de los niños están en juego, al igual que la autoridad moral de la Iglesia. Pero incluir a un presunto abusador en sus reuniones desacredita sus palabras. Los cardenales deben demostrar que hablan en serio, y eso significa prohibir inmediatamente la entrada a Cipriani (…) y a cualquier otro líder eclesiástico culpable del resto de sus reuniones”, zanjó.
¿QUÉ RESPONDIERON DESDE EL VATICANO POR SU PARTICIPACIÓN?
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, se refirió a la cuestionada presencia del purpurado en el preludio del cónclave, pese a que el papa Francisco le impuso en vida un precepto penal con restricciones a su actividad pública, lugar de residencia y uso de insignias.
Sin embargo, la respuesta fue escueta por parte del vocero y no ofreció detalles sobre si las sanciones impuestas contra Cipriani le impedían tomar parte.
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“Todos los cardenales pueden participar en las congregaciones generales”, declaró, según declaraciones recogidas por Crux, y añadió que la constitución vaticana que regula los cónclaves, Universi Dominici Gregis, es clara al respecto.Y agregó que no proporciona “información particular sobre los cardenales” y que se iba a informar sobre el asunto.