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El Banco Nación hizo una jugada sorpresiva y avanzó hacia su privatización

Con un movimiento sorpresivo, sin brindar explicaciones y en completo silencio institucional, esta semana el Banco de la Nación Argentina (BNA), —principal entidad financiera del país—, presentó su renuncia a la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (ABAPPRA). La entidad intenta desvincularse de la organización que nuclea a la banca pública “a partir del mes de mayo de 2025“, según fue comunicado en la presentación.

La decisión generó tensión con otras entidades de ABAPPRA, especialmente luego de que el Nación se alineara con bancos privados en un comunicado donde criticó el aumento de tasas provinciales y municipales. Así lo informó Eugenia Muzio en “Desde el canil”, programa emitido por la pantalla de Bravo TV.

Sucede que la entidad tiene actualmente por política el cierre de sucursales en aquellos municipios que suban las tasas municipales o en provincias que incrementen el Impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB).

La postura fue interpretada como un quiebre con el resto de los bancos públicos, cuyos intereses se vieron directamente afectados. La renuncia no fue aceptada aún por Daniel Tillard, quien, como marca una larga tradición, capitanea tanto el Banco Nación como ABAPPRA, por lo que está “de los dos lados del mostrador”. Según comentó Muzio, el movimiento del BNA expone un trasfondo político más profundo: el avance del Gobierno nacional sobre la estructura pública del banco más importante del país.

Muzio explicó que la salida de ABAPPRA forma parte de una estrategia más amplia que apunta a transformar al Banco Nación en una Sociedad Anónima, hacer cotizar su papel en la Bolsa de Nueva York y, eventualmente, privatizarlo. Aunque una medida cautelar frenó, por ahora, la conversión en S.A., el proceso sigue en marcha.

El Gobierno le quitó el monopolio de las cuentas sueldo de estatales al Banco Nación: cuáles son las ocho entidades autorizadas

“Existe un pedido concreto del Fondo Monetario Internacional (FMI) expresado en el acuerdo de los 15 mil millones de dólares en relación con la idea de que las privatizaciones cumplen un rol en la meta fiscal”, precisó la periodista. El Banco Nación, que había sido retirado en la Ley Bases de la lista original de empresas privatizables, recorre ahora otros caminos para alejarse del Estado.

Sin embargo, el modelo que preocupa al oficialismo es el de YPF, considerada un activo riesgoso en Wall Street por la fuerte injerencia estatal en que se ejerce sobre sus negocios. Para evitar dicha situación, el Gobierno busca desprenderse completamente del resto de empresas estatales antes de lanzar al Banco Nación al mercado bursátil. Agua y Saneamientos Argentinos S.A. (AySA) y MetroGAS pican en punta en la iniciativa.

Vender el banco más grande de la Argentina implicaría también traspasar su cartera: “Es el que sostiene los créditos al campo, al consumo y a la producción”, advirtió Muzio, y dejó abierta una pregunta que aún no encuentra respuesta: ¿podría ser adquirido por un banco internacional?.

LB / FPT

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