La reciente volatilidad del dólar en Argentina, tras las modificaciones en el régimen cambiario, ha generado un impacto significativo en el sector alimenticio, con varias empresas anunciando aumentos de precios que luego fueron objeto de revisión.
En este contexto, Molinos Río de la Plata, una de las principales compañías alimenticias del país, decidió dar marcha atrás con un incremento del 9% que había comunicado previamente. Esta decisión, influenciada por la caída del dólar y la presión tanto del Gobierno como de los supermercados, marca un precedente importante en el manejo de precios en un entorno económico incierto.
La situación comenzó cuando, tras la eliminación del cepo cambiario y la implementación de un esquema de flotación entre bandas, el dólar oficial experimentó un aumento inicial del 12%, alcanzando los $1.230.
Este movimiento llevó a varias empresas del sector alimenticio, incluidas Molinos Río de la Plata, Unilever, Aceitera General Deheza (AGD) y Molino Cañuelas, a anunciar incrementos en sus listas de precios, argumentando el impacto de la devaluación en sus costos.
En el caso de Molinos, los aumentos se centraban en productos como aceites, farináceos y derivados del trigo, cuyos costos están directamente relacionados con el precio del girasol y el trigo, ambos commodities dolarizados.
Sin embargo, la fuerte caída del dólar el miércoles, que cerró en $1.160, sumada a la presión pública ejercida por el Gobierno y las cadenas de supermercados, llevó a Molinos a retractarse. El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró públicamente esta decisión, destacando la gestión de los supermercados al rechazar las listas de precios con aumentos desmedidos.
Gestión
“Molinos retrotrajo toda la suba de precios. Buena reacción. Y sobre todo, gran gestión de los supermercados, cuidando a sus clientes”, expresó Caputo en sus redes sociales. La postura de los supermercados fue clave en este proceso. La Asociación de Supermercados Unidos (ASU) emitió un comunicado en el que reafirmó su compromiso de no aceptar listas de precios con incrementos especulativos.
Según Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de la ASU, las cadenas de retail están decididas a resistir aumentos que no estén justificados por cambios reales en los costos. Esta posición fue respaldada por la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), que también rechazó las listas con incrementos injustificados.
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