Franco Luengo era buscado por el crimen de Brian Obreque desde junio de 2024. Fue hallado sin vida en una casa del barrio Virgen Misionera tras un nuevo operativo policial fallido.
Después de casi diez meses prófugo, Franco Luengo, principal acusado por el homicidio de Brian Obreque en Bariloche, fue encontrado muerto este miércoles en una vivienda del barrio Virgen Misionera. Su aparición sin vida ocurrió apenas horas después de un nuevo allanamiento frustrado en la zona del Vivero Municipal, donde había sido visto por última vez. La recompensa de un millón de pesos que ofrecía el Ministerio de Seguridad y Justicia de Río Negro quedó sin efecto.
La muerte del joven de 26 años está rodeada de incógnitas. Según los primeros informes policiales, convulsionó en una casa ubicada entre las calles La Telesita y Jaime Dávalos, a unos 7 kilómetros del centro barilochense. Aunque la autopsia aún no arrojó resultados concluyentes, vecinos del lugar señalaron que su fallecimiento podría estar relacionado con el consumo de estupefacientes.
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Luengo era intensamente buscado por el asesinato de Brian Obreque, ocurrido en junio del año pasado durante una fiesta clandestina en el Alto de Bariloche. La pelea entre ambos comenzó dentro del domicilio y terminó en la calle, donde Obreque murió por un shock hipovolémico tras recibir una puñalada. Desde entonces, la Policía realizó más de 15 allanamientos para dar con el sospechoso, que logró escapar en reiteradas oportunidades.
Incluso este miércoles, horas antes de su muerte, una comitiva del COER allanó una casa del barrio Vivero Municipal donde había sido visto, pero Luengo volvió a escapar. Todo indica que contaba con apoyo externo y datos certeros para evitar a la Policía. Sin embargo, esa misma tarde fue hallado sin vida en otra vivienda del oeste barilochense.
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Durante la extensa búsqueda, más de 10 personas fueron imputadas por encubrimiento, entre ellas familiares y allegados del prófugo. El mismo día de su hallazgo, otras tres personas fueron detenidas por brindar datos falsos sobre su paradero. Según los investigadores, afirmaron no conocerlo, ni saber por qué estaba en su casa. La justicia sospecha que formaban parte de la red que lo protegía.