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Por qué baja el dólar blue mientras Javier Milei insiste con la dolarización: las razones

A primera vista no tendría sentido.

Al calor de las compras de divisas del Banco Central (superan los US$ 7.000 millones desde diciembre) el presidente Javier Milei insiste prácticamente todas las semanas con la idea de la que dolarización de la economía.

Si bien llegó a decir que no sería este año, y los técnicos destacan que para dolarizar el Gobierno necesitaría contar con entre US$ 20.000 y US$ 40.000 millones (vale recordar que las reservas netas del Central aún son negativas) Milei remarca que dolarizar o un esquema bimonetario podría estar más cerca.

Hay una corriente de analistas (esta semana el economista e historiador Pablo Gerchunoff puso el foco en esa posibilidad) que considera que si la inflación no baja rápido, Milei podría optar por la salida dolarizadora hacia mediados de año, una vez que avance la liberación del cepo para el pago de importaciones.

Otros argumentos para explicar la baja del dolar blue (terminó en $ 1.070 perdiendo 0,7% en la semana y 15% desde el pico de $ 1.255 de enero) se inscriben en el golpe a los bolsillos y la caída del poder de compra de las familias por el salto inflacionario después de la devaluación de diciembre.

Las familias ahogadas por la estampida de los precios están recurriendo a sus ahorros en billetes para poder transitar el primer trimestre, abasteciendo de esa forma al mercado cambiario minorista.

También ayuda a explicar la calma cambiaria la comunicación de Larry Fink con el presidente Milei y su promesa de viajar al país en mayo. Un encuentro que los operadores del mercado siguieron con detenimiento y le prestaron una atención especial.

Fink es el CEO del poderoso fondo de inversión BlackRock que ya estuvo en el país en otros tiempos, cuando Luis Caputo era presidente del Banco Central, y sus inversiones corrieron suerte diversa.

Ahora Fink dispuso comprar algo de los bonos Bopreal que están adquiriendo los importadores para cancelar las deudas con el exterior.

La cifra de la operación que se difundió fue muy baja (US$ 1,8 millones) pero algunos analistas arriesgan a que se multiplicaría varias veces. Cualquier movimiento de BlackRock es seguido con atención por un mercado que vive una ola de optimismo en estos días.

La suba de los bonos en dólares en las últimas dos semanas fue llamativa: el Bonar 2030 (AL30) mejoró 8,8%, el GB30 un 6,5% y hubo variantes en pesos atadas al CER que treparon más de 12%. Una «mini-fiesta» de los bonos sobre la que más operadores del mercado siguen esperanzados.

En este punto surge una pregunta respecto a la suba de los bonos que sería una señal de confianza para el Gobierno. El interrogante es: ¿la mejora responde a Milei que dice querer dolarizar o a la acción del ministro Luis Caputo que asegura que habrá superávit fiscal aunque escale la pelea con los gobernadores por los fondos a coparticipar y le toca a los mercados la música que quieren escuchar?

La baja de los dólares libres, y la suba de los bonos, están siendo dos resultados palpables de que algo cambió, sumado a las delegaciones de banqueros extranjeros (de Barclays y Citi) que están manteniendo reuniones con el Gobierno y con economistas interesados en analizar la posibilidad de inversiones en la Argentina.

Mientras tanto, empiezan las apuestas respecto de la decisión que tomarán el Presidente y el ministro sobre el dólar oficial (el mayorista está en $ 835) a partir del mes próximo.

Hasta ahora el dólar oficial sube al 2% mensual en un esquema transitorio que busca un dólar retrasado frente a la inflación para que, precisamente, actúe como un ancla para el precio de los alimentos.

Los operadores financieros especulan con que, finalmente, Caputo podría decidir seguir un crawling peg pero más acelerado (¿8/10%? mensual) pero en los últimos días esa especulación se reorientó hacia la posibilidad de un «salto» de 15/20% para después dejar al dólar quieto.

Sólo son posibilidades para fin de febrero, pero que se enmarcan en un escenario particular, aunque cumpliendo una de las reglas de oro no escritas del mercado cambiario argentino: el dólar baja cuando ve que el Banco Central compra dólares y gana posibilidades para operar en el mercado.

Hay más dólares y menos pesos en un contexto recesivo en que las familias deben recurrir a sus ahorros para cubrir las necesidades que se le presentan día a día.

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