Desprejuiciada, sin vergüenza y políticamente incorrecta. Así es Pobres criaturas (Poor Things), la película de Yorgos Lanthimos con Emma Stone que ganó el León de Oro en el festival de Venecia y seguramente el martes que viene acapare una multitud de nominaciones al Oscar.
Precisamente la actriz ganadora del Oscar por La La Land apuesta a papeles fuertes, calientes. Aquí es Bella Baxter, una ninfómana y deforme. Una joven embarazada que se tira a las aguas del Támesis desde un puente y se ahoga. La rescata un cirujano (Baxter, interpretado por Willem Dafoe), quien la vuelve a la vida.
¿Cómo? Bueno, le saca su cerebro y le coloca el del bebé que tenía en su vientre.
El cuerpo de Bella no tiene correlación con su cerebro, por lo que deberá aprender a hablar, comunicarse y reconocer lo que está política y socialmente correcto. No es fácil, más cuando a su alrededor Baxter, que tiene la cara desfigurada, con tajos, también ha creado distintas combinaciones de animales (cabeza de cerdo, cuerpo de ganso, entre otros).
Emma Stone en «Pobres criaturas». A los 35 años ya ganó un Oscar, por «La La Land». Fotos DisneyBella, por caso, aprende a conocer el placer introduciéndose frutas en su vagina.
A Baxter, a quien Bella llama simplemente Dios, su padre le ha hecho de niño todo tipo de experimentos. Y contrata a un estudiante para que lo asista. Sí, mucho de Frankenstein hay dando vuelta por la pantalla. Y sí, como bien observa Max (Ramy Youssef), Bella está creciendo rápido y adquiriendo alrededor de 15 palabras nuevas por día. Hasta ya camina mejor, aunque sigue siendo torpe con su cuerpo y siente una enorme curiosidad sobre las cosas que suceden afuera de la casa.
Los fondos son muy teatrales y el vestuario, entre victoriano y los años ’60.
Todo lo que se le conoce, aplaude y critica
El director griego Yorgos Lanthimos se basa en la novela de Alasdair Gray Poor Things, pero la tamiza con todo lo que se le conoce, se le aplaude y se le critica. Estéticamente, la escenografía y la fotografía (en blanco y negro y en color) son realmente imponentes. Es la Europa de 1880, entre Londres, Lisboa y París, pero los fondos son deliberadamente falsos y teatrales y el vestuario combina lo victoriano con el estilo de los años ’60.
Y estilísticamente es como La favorita -donde Stone ya había trabajado con Lanthimos-, Langosta, El sacrificio del ciervo sagrado o Colmillo. Esto es: microcosmos surreales (las ciudades son entre futurísticas y del tiempo pasado, bien al estilo de Terry Gilliam) y un gusto exacerbado por lo macabro, sea en términos sexuales o dramáticos.
Emma Stone, la mujer con cerebro de bebé, y Mark Ruffalo. Mark Ruffalo es Duncan, el libertino que se lleva a Bella a Lisboa, y no desentona en este trío de protagonistas, pero la que se lleva toda la atención es la actriz de Cruella, que se desnuda en varias escenas de sexo.
Lanthimos se muestra provocador como siempre, aunque algo indulgente. Dibuja a Baxter como un tipo que siente orgullo por su criatura, hasta se podría decir que es una relación padre/hija. Es incitador, puede hacernos mirar al costado o fruncir la nariz en algunas escenas. Si como decía Hitchcock, copiarse a sí mismo es estilo, Pobres criaturas es un Lanthimos en estado puro.
“Pobres criaturas”
Muy buena
Comedia dramática. Irlanda / Reino Unido / Estados Unidos, 2023. Título original: “Poor Things”. 142’, SAM 16. De: Yorgos Lanthimos. Con: Emma Stone, Willem Dafoe, Mark Ruffalo, Ramy Youseff. Salas: Hoyts Abasto y Dot, Cinemark Palermo, Cinépolis Avellaneda y Recoleta, Showcase Belgrano y Quilmes.