25, diciembre, 2024
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Bajan los dólares, la brecha cambiaria y el riesgo país: ¿se abre una chance para salir del cepo?

En dos meses, los dólares financieros bajaron de los $ 1.400 a la zona de los $ 1.200, la brecha cambiaria pasó de 55% a 25% y el riesgo país llegó a 1.300 puntos. La extensión del «veranito» vuelve a poner sobre la mesa el debate sobre el desarme del cepo. Sin embargo, los analistas marcan que si bien la situación mejoró, todavía sigue habiendo riesgos en el escenario económico como para que el Gobierno se lance a levantar todas las restricciones vigentes.

Aunque Javier Milei no le pone fecha a la salida del cepo, la presentación del Presupuesto 2025 dejó pistas de que no ocurriría en lo inmediato. Pero al mismo tiempo cada semana el equipo económico avanza con la remoción de trabas que afectan al mercado. En los últimos días fue el turno de ciertas restricciones para el acceso al dólar vía mercado de capitales y para la obtención de divisas por parte de los importadores.

María Castiglioni, directora de la consultora C&T, destaca que estas medidas son positivas, aunque «es difícil anticipar si van a levantar todo el cepo, hoy parecería que no porque la inflación no está convergiendo a lo que el Gobierno tiene en mente». Entre las condiciones que deberían darse figura que el índice de Precios al Consumidor (IPC) debería converger al 2% mensual, la misma tasa del crawling peg con el que se ajusta el tipo de cambio oficial.

«Además hay muchos pesos que todavía no salieron del mercado, no todas las importaciones se pagaron y si bien la brecha se achicó mucho todavía no está tan baja», agrega la economista.

«El Gobierno está queriendo evitar que la salida del cepo genere un salto cambiario y pondera mucho los riesgos. Nosotros creemos que un buen momento para salir del cepo sería en diciembre, cuando se acaba el Impuesto País, pero es difícil saber qué es lo que el Gobierno quiere», refuerza Castiglioni.

Respecto de la baja de la brecha cambiaria, Castiglioni señala que no hay que sacar conclusiones apresuradas. «Hay que ver cuánto de esta baja de la brecha es transitoria y tiene que ver con el ingreso de dólares por el blanqueo y para el pago de impuestos, todavía es un poco prematuro saberlo».

«Me gusta ver que hay algo de avance en materia de desarme del cepo, uno preferiría que sea algo más rápido, pero entiendo que la gestión actual tiene incentivos para mantener el status quo en términos de cepo y normativa«, apunta Salvador Vitelli, de la Consultora Ledesma. «Creo que la brecha baja es una buena ventana para ir desarmando cuestiones atinentes al cepo, no solamente en lo financiero sino en lo comercial».

Para Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, «sería aconsejable que empiecen a sacar los pesos que están de más por la emisión que hicieron en mayo y junio, porque eso va a ayudar a recuperar el valor de la moneda y a que este proceso de baja la brecha se consolide. Y así van a tener una oportunidad que deberían aprovechar para unificar de una buena vez el tipo de cambio, que es importante cara a a la recuperación económica».

«Las condiciones objetivas para salir del cepo no están», sentencia Ricardo Delgado, director de Analytica. Entre los elementos preocupantes que ve menciona las dificultades en la generación de divisas. «Los vencimientos a partir de enero del año que viene no dejan demasiado margen para poder salir de manera completa del cepo. No veo posible una salida abrupta del cepo de la noche a la mañana. Este gobierno que es dogmático en los político y en lo económico en este caso ha sido particularmente pragmático, lo cual me parece que es saludable. Y así mantuvo la imposibilidad de poder disponer con total libertad de los pesos dentro del sistema».

Para Sebastián Menescaldi, «a pesar del veranito todavía no hay chances de levantar el cepo, por razones técnicas y por razones políticas. En lo técnico la cantidad de pesos en la economía todavía sigue siendo alta y la cantidad de reservas sigue siendo muy baja, incluso es negativa y está cayendo. Y hacia adelante no están los flujos en dólares asegurados, desde lo técnico no veo que se pueda hacer«.

«Desde la política todos duermen mucho más tranquilos si sigue el cepo porque no van a tener la chance de que de repente salte el tipo de cambio y afecte los precios y de vuelta la inflación se eleve. Al menos hasta después de la elección no veo que puedan llegar a sacar el cepo», remarca Menescaldi.

La consultora FMyA sostiene que «siguen bajando las chances de salida del cepo en el cuarto trimestre del 2024 o en el primero del 2025, pero reiteramos que para llegar a las elecciones de octubre de 2025 con cepo, se necesitan quien te financie (casi US$ 13.000 millones de “new money”), que el Gobierno promete buscar en REPOs, más bancos locales, más organismos internacionales».

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