Con la llegada de la primavera, los ramos de flores amarillas se han convertido en una tendencia en alza, especialmente entre los jóvenes. Esta costumbre, influenciada por la recordada serie juvenil Floricienta, está revitalizando el mercado floral, que venía enfrentando una baja en ventas, según relatan varios floristas. Hoy, regalar flores se ha transformado en una de las formas favoritas de recibir la nueva estación.
El color amarillo, protagonista indiscutido, simboliza emociones y valores muy ligados a la primavera: alegría, vitalidad, energía y renovación. También transmite afecto y esperanza, lo que refuerza su popularidad como obsequio para amigos, seres queridos o parejas.
Una gigante cadena chilena busca quedarse con las 700 sucursales de un supermercado que se va de Argentina
Un clásico del Día de la Primavera y del Estudiante
Obsequiar flores para celebrar la llegada de la primavera es una tradición que representa el renacer de la naturaleza y el espíritu. En Argentina, esta costumbre coincide con el Día del Estudiante, y se ha convertido en una manera habitual de expresar cariño, compañerismo y buenos deseos, tanto entre jóvenes como adultos.
Flores para todos los gustos (y bolsillos)
El mercado ofrece opciones para todos los presupuestos, desde arreglos simples hasta composiciones más sofisticadas:
- Económicos: pequeños ramos de margaritas o yerberas desde $3.000 a $5.000, ideales para detalles significativos.
- Intermedios: arreglos con girasoles y otras variedades que rondan los $12.000.
- De lujo: composiciones grandes con flores como marimonias, alelíes y girasoles, que pueden alcanzar hasta los $70.000.
¿Por qué flores amarillas?
La elección del color no es casual. Con el tiempo, las flores amarillas se han cargado de significados positivos:
Día del Estudiante 2025: el Gobierno confirmó si se traslada el “feriado“ en todas las escuelas del país
- Representan la felicidad, el optimismo y la energía juvenil
- Son símbolo de esperanza, afecto y amistad sincera
Lo que comenzó como una moda impulsada por la televisión se transformó en un gesto lleno de emoción y simbolismo. Hoy, regalar flores amarillas es una manera alegre y colorida de celebrar no solo la primavera, sino también los vínculos que nos unen.
Con información de La Opinión Austral