26, diciembre, 2024
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Patricia Bullrich ya se mueve como ministra de Milei: enfría su relación con Macri y se adapta al «gobierno multicolor»

Todo cambió en los 37 días que pasaron del acuerdo electoral sellado entre el sector más duro del PRO y el libertario Javier Milei. El objetivo de aquel pacto de Acassuso se cumplió: Milei fue electo presidente y el kirchnerismo quedó sumergido en una derrota inapelable. Todos contentos en la nueva alianza. O no.

A una semana exacta de que asuma Milei la presidencia, la relación entre la Libertad Avanza y el PRO se limita, prácticamente, a los diálogos que mantienen el nuevo jefe de Estado y quien será su ministra de Seguridad, parte clave de su gabinete, Patricia Bullrich.

Con Macri se frenaron los frecuentes intercambios por chats que mantenían y a Cristian Ritondo, el actor protagónico que querían impulsar para manejar la Cámara de Diputados y que también había participado de aquella primera reunión, lo dejaron sin el premio que, aseguran algunos, le habían prometido.

Bullrich no duda de su pertenencia al PRO, más allá de que comunicó que dejará la presidencia y que convocará a elecciones en febrero. El fastidio con Macri sigue latente, pero ahora lo mezcla con un sentimiento de resignación por lo que podría haber sido un gobierno de Milei con más peso del partido amarillo.

Diferencias por la idea de negociar «ley por ley»

La ex candidata presidencial, en charlas con su mesa chica, plantea que los desencuentros que hubo tuvieron que ver con que Macri tuvo manejos «tirados de los pelos» en pos de su intención de mostrarse ante el círculo rojo y la opinión pública como «el padre de la criatura Milei».

La próxima jefa de Seguridad todavía no logra comprender como en el macrismo se habla de «discutir ley por ley» el apoyo al mileísimo en el Congreso, una postura que la aleja de lo que piensan referentes del PRO como el diputado nacional Federico Angelini, que en la disputa interna se acercó de nuevo a Macri y viene expresándose en esa línea en estos días.

«La gobernabilidad la garantizás sólo si te dan el cogobierno, no es así eso, no te podés cerrar como quiere Mauricio a esa idea de que negocia ley por ley. Si te jugás, te jugás en serio», suelta un referente del sector patricio que forma parte del equipo de la funcionaria. Y sin tapujos sostiene: «Es un discurso choto ese, que no está bueno».

Afuera de esa postura, valorado por Bullrich, aparece Ritondo, jefe de bloque de Diputados del PRO y que, más allá de no haberse quedado con la presidencia de la Cámara, parece haber tejido una buena relación con Javier Milei en estos años en los que compartieron funciones en el Congreso.

Con Macri, las diferencias de Bullrich son enormes. Foto: Federico López Claro.Con Macri, las diferencias de Bullrich son enormes. Foto: Federico López Claro.

Diálogos con el peronismo antikirchnerista

Bullrich sabe que su ingreso al gabinete de Milei equivale a integrarse a un «gobierno multicolor», en el que va ganando cada vez más espacio el peronismo antikirchnerista, ya sea a través de la presencia de múltiples funcionarios con pasado en el menemismo como de aquellos que provienen del sector del gobernador cordobés Juan Schiaretti.

Desde su rol de ministra de Seguridad deberá sentarse a trabajar periódicamente con Mariano Cúneo Libarona, el nuevo ministro de Justicia, una suerte de outsider en términos de actividad pública pero con un conocimiento estrecho de los tribunales de Comodoro Py y del vínculo con el cuarto piso de Talcahuano, donde están los despachos de la Corte Suprema de Justicia.

Además, el intercambio con el ministro del Interior Guillermo Francos es bueno, más allá de que, bromea Bullrich con interlocutores, «venimos de terminales distintas». En algún momento se deslizó la chance de que Seguridad podía ser secretaría y depender de Interior, pero el acuerdo que Bullrich había cerrado con Milei tenía como compromiso hacerse cargo de un ministerio.

Guillermo Francos se perfila como un ministro con mucho poder en el nuevo gobierno. Foto: Bloomberg.Guillermo Francos se perfila como un ministro con mucho poder en el nuevo gobierno. Foto: Bloomberg.Hay otra pata peronista del nuevo gobierno con la que Bullrich cree se llevará aún mejor. Se trata del schiarettismo, representado especialmente por Osvaldo Giordano, ministro de Finanzas de Córdoba, que será el titular de la ANSeS a partir del 10 de diciembre.

Giordano integró el equipo que diseñó el plan económico de Bullrich, al punto que asistió a la presentación de ese modelo, lanzado en Córdoba a fines de agosto por la entonces presidenciable y su elegido para Economía, Carlos Melconian. Ambos elogiaron en ese momento al funcionario por su perfil de especialista y fiscalista. Los puentes de diálogo, allí, son muy estrechos.

Su equipo, Petri a Defensa y su vínculo con Villarruel

Bullrich sigue negociando por estas horas la llegada de Luis Petri al Ministerio de Defensa. Ambos generaron un muy buen vínculo en sus tiempos de fórmula presidencial y ella está dispuesta a jugar fuerte a favor de él para que se haga cargo de la única cartera que, a días de la asunión, no tiene dueño asegurado.

En lo relativo a su equipo en Seguridad, quien ya ocupó el cargo de 2015 a 2019 evita confirmar nombres, porque no quiere generar cortocircuitos en la relación con otros actores de la naciente sociedad política que entabla con el mileísmo, desde donde no surgen demasiados referentes del área, a excepción de la vicepresidenta Victoria Villarruel.

En campaña hacia el balotaje, Bullrich y Villarruel se mostraron muy unidas en diferentes actividades que compartieron juntas. El vínculo no cambió de parte de la nueva ministra, aunque es cuidadosa en esa interacción debido a la decisión libertaria aparente de correr a la titular del Senado de las decisiones ejecutivas. Por eso, mantendrá perfil bajo al relacionarse con la vicepresidenta.

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