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Acuerdos secretos entre Javier Milei y el peronismo no kirchnerista

El primer gobernador peronista que visitó la sede improvisada en la que se diseña el nuevo poder en la Argentina, el Hotel Libertador, en el que duerme y trabaja el presidente electo Javier Milei, fue el salteño Gustavo Sáenz. Pasó el 24 de noviembre. Se reunió allí con quien será designado Jefe de Gabinete, Nicolás Posse; y también con quien trabajará como interlocutor con los mandatarios del PJ y con todo el resto de la clase política nacional, el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos.

Sáenz y Francos ya habían hablado antes de esa visita a las “oficinas” libertarias que pareció sorpresiva. No lo era. El diálogo entre quiénes ya ejercen como si fueran funcionarios influyentes de La Libertad Avanza (LLA) con los gobernadores del peronismo lleva varias semanas. Fueron comunicaciones no secretas, tal vez confidenciales, siempre con buen tono y que van decantando en un posible acuerdo de “gobernabilidad” que no es oficial pero existe. Sáenz fue un adelantado.

El mandatario del norte, alineado con Sergio Massa, no se cruzó allí con quién asumirá como Jefe de Estado. Pero sí lo hizo con su hermana, Karina Milei, bautizada como “El Jefe”. Hablaron. En lo que en un principio pareció ser un intercambio de opiniones sobre países europeos, se supo después que en realidad había sido una charla sobre el origen de sus mascotas más queridas, sus perros, un tópico que no solo es relevante para los Milei.

Sáenz le comentó a Karina Milei que, como el nuevo Presidente, él también tiene un mastín. Un can grande y con cara de malo, pero que en rigor es “buenazo”.

– El mío se llama Kobe. Como Conan, también es un mastín. Pero es un mastín italiano.

Y entonces Karina Milei sonrió y respondió, divertida.

– Es verdad, Conan, como todos nuestros perros, es un mastín. Pero un mastín inglés…

Se saludaron con más risas, confirmaron a Clarín fuentes que supieron de esos contactos por testigos de la escena.

Sáenz partió del Libertador después de felicitar a los futuros funcionarios por su triunfo electoral, y también tras intercambiar opiniones sobre la importancia de garantizarle al Presidente electo “gobernabilidad” en los tiempos que vienen. Por supuesto, también transmitió la inquietud del resto de sus colegas del PJ que gobernarán nueve provincias: ¿Qué pasará con el reparto de los miles de millones que Nación les envía a sus provincias vía la coparticipación? Francos fue sincero: “No sabemos aun qué es lo que piensa el Presidente”.

Mientras los mandatarios electos de Juntos por el Cambio, igual que Mauricio Macri, expresan su rechazo a “cogobernar” junto a LLA, sus pares del peronismo, más pragmáticos, aceptaron de inmediato darle promesas de apoyo al nuevo Gobierno. Algunos con más compromiso que otros.

Anoche, fuentes de LLA afirmaron a Clarín que la nueva secretaría de Minería será una funcionaria de la actual gestión. La salteña Flavia Royón, hoy al mando de Energía, pasará a estar a cargo de la Secretaría de Minería, un área clave para las provincias del norte.

Es una novedad auspiciosa para el peronismo “racional” que debe administrar sus distritos y necesitará ayuda económica de Nación. Royón se sumaría a ese cargo porque se ocupó de ese tema en la gobernación salteña. No es parte de una negociación por puestos en el Gobierno a cambio de apoyo político.

Francos es, desde el día de la victoria de Milei, el encargado de tender el diálogo con cada uno de los gobernadores. Tanto de la oposición del PJ como con los “primos” de Juntos por el Cambio que, como ya se dijo, se muestran más instransigentes por la interna que aún prevalece en esa coalición que ya no es lo que era.

El acercamiento del PRO con Milei tras el resultado de las PASO provocó disputas entre la dirigencia de ese partido que creyó que tendría participación en la estructura del nuevo Gobierno, o en cargos legislativos, como la estratégica Presidencia de la Cámara de Diputados que, se confirmó también, será ocupada por un libertario pero con genealogía en el PJ: Martín Menem será el encargado de manejar la Cámara baja en nombre y representación de Milei.

Antes de hacer pública esa decisión, los futuros ministros de LLA se comunicaron con los gobernadores del Justicialismo para conocer qué opinaban del tema. La gran mayoría aprobó a Menem. Fuentes de LLA aclaran que no se los consultó para definir si sería él o no quién comandaría Diputados, si no solo para conocer qué pensaban al respecto.

Macri y el PRO impulsaron y operaron para que ese cargo fuera ocupado por Cristian Ritondo, un dirigente que trabajó fuerte en la campaña de Milei tras el “pacto” que ambos partidos parecían haber establecido tras las PASO. Un sector de los influyentes asesores de Milei prefería darle el puesto a quien fue candidato a vice de Juan Schiaretti, Florencio Randazzo, en lo que que sería otro gesto de acercamiento al peronismo no K. Pero finalmente prevaleció la idea de que tanto Diputados como el Senado tenían que tener a legisladores de LLA como autoridades máximas.

Francos igualmente se comunicó con Schiaretti para consultarlo sobre la inclusión de ex funcionarios suyos en organismos clave, como el ANSES, que controlará Osvaldo Giordano.

“Adelante”, recibió como respuesta, palabras más, o menos.

En el ala política del equipo de Milei se entusiasman pronosticando que Martín Menem será votado por unanimidad por los diputados para ser el titular de ese cuerpo. En el Senado, quien será propuesto como vicepresidente provisional también será un libertario, el formoseño Francisco Paoltroni. Son nombres nuevos en la política para un tiempo nuevo.

¿Significa que tendrán la efectividad que se necesita para consensuar el voto de las mayorías para lograr la aprobación del seguro paquete de leyes reformistas que enviará Milei al Congreso?

Experiencia en esas artes no tienen ni Menem ni Paoltroni. Pero los gobernadores del peronismo le han hecho saber a los estrategas de LLA que garantizarán “gobernabilidad parlamentaria”. ¿Será?

Macri, por ejemplo, le aconsejó a Milei que nunca confíe en el PJ.

El tiempo dirá.

Martín Menem fue legislador provincial en La Rioja, y es hijo de quien sea tal vez el mayor conocedor de las normas legislativas de la Argentina, su papá, Eduardo Menem, a quien Milei visitó varias veces desde que se dedica a la política.

Francos, en tanto, sorprendió en su rol de dialoguista con el PJ cuando se hizo presente en la reunión que mantuvieron los gobernadores peronistas, entrantes y salientes, en la sede porteña del Banco Provincia.

La cita había sido organizada por uno de los principales afectados por el anuncio de “no hay plata” que realizó el Presidente electo, el bonaerense Axel Kiciloff.

Todos los mandatarios, incluso los más cercanos a LLA que aun militan en lo que queda de Juntos por el Cambio, vieron afectadas las cuentas de sus distritos porque dejaron de recibir la cuota que les correspondía por el Impuesto a las Ganancias, una medida que tomó Sergio Massa en plena campaña.

Francos acordó con el PJ que debería ser Massa quien les garantizara los fondos para poder pagar sueldos y aguinaldos en diciembre. Una vez asumido Milei como Presidente, las negociaciones empezarán con la nueva gestión. Pasó.

La otra gran preocupación de los gobernadores tiene que ver con el anuncio de que, para ajustar el déficit de las cuentas nacionales, se frenará toda la construcción de obra pública.

Sobre ese punto, los asesores de Milei, entre los que se encuentra quien será titular de Infraestructura, Guillermo Ferraro, hicieron saber qué analizarán qué obras financiadas por Nación se pararon durante el final de actual gestión, cuáles no, y cuáles de entre todas ellas se podrían terminar. Eso sí, ratificaron que habrá ajustes.

Existe una preocupación de al menos siete gobernadores respecto a la finalización del gasoducto que uniría Vaca Muerta con Bolivia, conocido como la “reversión del Néstor Kirchner”, que debe terminarse antes de julio.

El peronismo parece haberse mostrado más afín a las prácticas libertarias que otros partidos que presentaron candidatos en contra de Massa en las elecciones.

El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, por ejemplo, recortó un 12 por ciento del presupuesto de su provincia en gastos “políticos”. El mandatario de Catamarca, Oscar Jalil, resistió un aumento del 13 por ciento que intenta conseguir el Poder Judicial. El PJ de las provincias empieza así su relación con el nuevo Presidente, que ganó en la mayoría de las provincias gobernadas por el Justicialismo. Y el peronismo lo sabe.

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